Tecnología y Emprendimiento
Desde hace un tiempo vemos como la idea de emprender ha tomado fuerza en todas las latitudes, independiente del nivel de conocimiento en el tema y del alcance que la palabra emprendimiento pueda generar. A nivel mundial se ha despertado el espíritu aventurero por “saltar al abismo” de la independencia laboral, para dejar atrás la zona de confort que produce el sistema tradicional de trabajo.
Quizá por la turbulencia económica, política y social que ha impactado en la vida de millones de individuos y familias a nivel global, o tal vez por la necesidad de cambiar el estado de cosa actual, lo cierto es que el emprendimiento se convierte en la actualidad en una ventana de oportunidad para materializar muchas aspiraciones y propósitos que el mercado laboral ya no puede proporcionarle a la fuerza laboral actual.
La era del emprendimiento
¿Es el emprendimiento una moda pasajera impuesta por las circunstancias o es acaso un proceso atemporal del ser humano para darle forma y consolidar sus virtudes?
Sin entrar en discusiones filosóficas, una cosa es segura: el emprendimiento pasa por un momento de popularidad. Hace mucho no se veía esa promoción tan fuerte el empeño de los individuos por sacar sus propios proyectos adelante. Y es que desde nuestra infancia se han promovido esos ejercicios iniciales y tímidos de labrar el propio destino: trabajar en los veranos y vacaciones en la casa de al lado ayudando a vecinos y amigos, y como olvidar la promoción del clásico puesto de limonadas como el punto de partida en el camino de la prosperidad.
Lo que hace tan atractivo el emprendimiento, como muchas cosas que antes sabíamos que existían pero que no nos molestábamos en explorar, es la facilidad de acceso que nos brinda la tecnología. Los avances en la ciencia y el desarrollo de nuevas técnicas y metodologías de trabajo, permiten visibilizar nuevos sectores de oferta y demanda que antes se encontraban excluidos o rezagados por fronteras territoriales y culturales.
Esta particularidad se ha repetido en distintos puntos de la historia de la humanidad, y se ha hecho mas particular a lo largo de la modernidad. Para dar un poco de contexto, podemos hablar de las etapas de la Revolución Industrial, o identificar las Ondas de Nicolas Kondratiev. En todo caso, muchos consideran que este auge por desarrollar nuevos proyectos se debe precisamente a que estamos en medio de lo que se puede considerar una nueva Onda de Kondratiev, una nueva etapa de la Revolución Industrial.
Tecnología como impulsor del emprendimiento
Este momento que atraviesa la humanidad, que referentes como Klaus Schwab han denominado Cuarta Revolución Industrial, permite que poblaciones de zonas apartadas de los centros de desarrollo tengan acceso a servicios como internet, telefonía, acceso a educación y contenidos que hace un par de décadas eran inimaginables, lo que sin duda se traduce en una facilidad para que cualquier individuo desde cualquier parte del mundo pueda emprender.
Aunque apenas estamos tocando la superficie de esta etapa de progresos, y todavía desconocemos lo que este momento representará para la humanidad, es claro que esta circunstancia proporciona un espacio fértil y excepcional para sacar adelante todas nuestras ideas e iniciativas. Desde inteligencia artificial, machine learning, pasando por blockchain o computación cuántica, estamos redefiniendo la manera como comprendemos el mundo, brindándonos nuevas herramientas para ofrecer nuevos productos y servicios, y de esa manera satisfacer necesidades cada vez más apremiantes de la humanidad.
Sin lugar a dudas podemos aventurarnos a decir que estamos en el mejor momento para emprender!