Innovando en Servicios Legales

Hablemos de la Innovación Legal y su Aplicación al Negocio

En el entorno globalizado actual muchas empresas definen y ejecutan su estrategia bajo un panorama de mejora continua en el que deben aplicar diferentes metodologías y técnicas para mantenerse vigentes en el mercado, mientras hacen frente a los cada vez más novedosos competidores. Entre las distintas herramientas a disposición, la innovación ofrece una perspectiva aplicable a las organizaciones y equipos de trabajo -entre los que se encuentra el legal- para generar respuestas a las apremiantes y diversas necesidades de los usuarios.

¿Qué es la innovación entonces? Consiste en proponer nuevas ideas o mejoras a soluciones existentes que generen valor real para el usuario. Por “valor real” nos referimos una verdadera solución para los usuarios: Se piensa de manera equivocada que la innovación conlleva la aplicación de la tecnología más sofisticada o que se exclusiva de aquellos cambios disruptivos o transformaciones que marcan el antes y después de una empresa, experiencia o producto. La innovación puede ser un simple cambio en una configuración o en la oferta de servicios que atiende puntos de dolor nunca vistos, o que mejora la propuesta de valor actual de cara a los usuarios.

Innovación Legal

Como se desprende de lo indicado arriba, la práctica jurídica se beneficia de muchas maneras de esta metodología que día a día toma más relevancia en ámbitos distintos al empresarial. La conjunción entre Derecho e innovación es aplicable a todo el ecosistema legal, y los distintos actores se están poniendo a la tarea de desarrollar el concepto de “innovación legal”.

No obstante, como ya lo hemos indicado, no todo cambio implica innovación. Lo que realice un actor legal, entiéndase facultad de Derecho, equipo jurídico o firma de abogados, para cambiar o agregar algo al ecosistema legal no se traduce automáticamente en innovación legal. Es por esto por lo que es importante empezar por definir el concepto de innovación aplicado al ejercicio del Derecho, y de esta manera saber cómo debemos aplicarla a nuestro ejercicio profesional.

¿En qué consiste la innovación legal y cómo podemos aplicarla?

La innovación legal es la aplicación de estrategias de innovación al contexto de los servicios y equipos legales con el fin de agregar valor real a los usuarios. Esta intención de cambio puede surgir por un firme propósito de liderar la transformación del sector jurídico, o por pánico a quedarse rezagados en medio de los retos del contexto global, como lo son el mantenerse vigentes entre los más diversos competidores del mercado, o el retener y conseguir nuevos clientes en medio del auge de nuevas áreas de práctica.

Innovación Legal

Entendiendo el “para qué” de la innovación legal, pasamos a explicar el “cómo” aplicarla a nuestro negocio:

Define el Problema de Innovación legal

Para implementar la innovación legal en nuestro equipo debemos empezar por definir el problema que queremos atender y al cual dedicaremos nuestros recursos (tiempo, talento y dinero). El ejercicio de innovación inicia preguntándonos sobre lo qué hacemos, cómo lo hacemos y para qué lo hacemos, para luego identificar aquello que podemos cambiar para mejorar nuestra oferta actual, o para encontrar nuevas oportunidades para ofrecerle valor a nuestros usuarios.

Diseña el Plan de Acción

Luego de definir el problema pasamos a diseñar el plan de acción para ejecutar el esfuerzo de innovación. El plan de acción le pone fecha de cumplimiento a nuestro trabajo de innovación legal y es lo que permite trazar un norte a nivel de proyecto para evitar el “teatro de la innovación”, que no es otra cosa que el esfuerzo mediático y prolongado por demostrar que se está haciendo innovación, pero sin atender un propósito especifico. De este plan de innovación hablaremos en detalle en próximas entradas, pero lo importante por el momento es entender que lo que se quiere es identificar las actividades a considerar para que el desafío de innovación se lleve a cabo, las cuales deben atender el problema a resolver y estar alineadas con los objetivos del negocio.

Investiga a tus usarios

Investiga a tus Usuarios

Una vez estructurado el plan de acción sigue la etapa de investigación que consiste en descubrir y entender a nuestros usuarios (empatizar) para visualizar el problema desde su perspectiva y crear los insumos que nos servirán para responder nuestro desafío de innovación legal. Se empieza por una interacción con nuestros grupos de interés que usualmente se desarrolla a través de entrevistas o trabajo de campo, pero también puede iniciar con bases de datos ya construidas con información adquirida previamente por el equipo legal, o por otros departamentos.   

Idea la Solución

Entre las diferentes herramientas a disposición para desarrollar la investigación, se encuentran el mapa de empatía, mapa de experiencia, investigación etnográfica, inmersión, observación, entre otras, que buscan capturar la información de la experiencia de los usuarios para identificar hallazgos que conduzcan a la hipótesis de innovación. Finalizada la fase de investigación, que se da en el momento en que dejamos de evidenciar hallazgos en nuestra interacción con los grupos de interés, pasamos a idear nuestra solución.

Poner en marcha nuestra hipótesis se materializa a través de la creación de un Producto Mínimo Viable (MVP, por sus siglas en ingles), cuyo propósito es validar la solución planteada con nuestros usuarios, y saber si el trabajo desarrollado como parte del proyecto de innovación legal atiende el problema planteado inicialmente.

Valida tu Hipotesis de Innovación Legal

En este punto de validación es vital trabajar bajo una perspectiva de flexibilidad y sobre la premisa de experimentar rápido y barato. El MVP está creado para comprobar la hipótesis, así que no debemos dedicar tiempo o recursos adicionales a lo necesario. Queremos saber si lo que hemos hecho atiende el problema y resuelve la necesidad de nuestros usuarios, o por el contrario, la hipótesis no funciona, debemos descartarla y dedicarnos a probar otras posibles soluciones derivadas de la etapa de investigación anterior.    

De ser validada nuestra hipótesis satisfactoriamente, habremos culminado nuestro proceso de innovación legal, en caso contrario, tendremos la posibilidad de validar con otra opción para resolver nuestro problema. Como lo indicamos anteriormente, debemos ser flexibles y experimentar rápido para respetar el uso de nuestros recursos y no caer en el teatro de la innovación.

Idea una Solución

Implementa tu Solución

Por último, y tras encontrar solución a nuestro problema pasaremos a la fase de implementación de nuestra idea para concluir nuestro proyecto de innovación legal. La implementación se acompaña de otra serie de desafíos que se tratarán más adelante, pero hacen parte de una metodología de trabajo que tendrá que inculcarse en el negocio, para que la innovación se asuma no como un acto aislado o esporádico, sino como una serie de actividades a seguir de manera habitual y rutinaria del equipo para cumplir con el propósito del negocio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *