Cinco Desafíos de los Equipos legales en el FY24 y cómo afrontarlos
El 2023 ha sido un año de mucha turbulencia para los equipos legales: la incertidumbre política a nivel local e internacional, cambios económicos que impactan la dinámica del mercado y la transformación digital cada vez más acelerada, se han traducido en exigencias de clientes que buscan en sus asesores jurídicos respuestas claras, oportunas y confiables. Para hacerle frente a estas “sacudidas”, les comparto los cinco desafíos que tenemos los equipos legales en la actualidad, con recomendaciones para afrontarlos:
1. Control del Margen Operacional
A nivel empresarial hemos visto el fin de los modelos de escasa rentabilidad apalancados en expectativas de alto crecimiento en el largo plazo y el FOMO de los inversores. En medio de la zozobra de despidos masivos y cierre de verticales y unidades de negocio enteras, volvemos a centrar la atención en las empresas de “valor” para los accionistas.
Para el ecosistema legal esto significa el adiós de los presupuestos holgados y del gasto no justificado en innovación o tecnología. Los equipos jurídicos tienen que gestionar eficientemente su operación para no incrementar el gasto (burn rate) mientras platean propuestas que permitan darle un mejor destino al ingreso.
Bajo este primer desafío, los lideres legales deben implementar medidas de control interno e indicadores que permitan recolectar, analizar y utilizar la información para evaluar el desempeño del presupuesto legal y tomar decisiones encaminadas a optimizar la operación o corregir desviaciones. Del lado de la inversión, los abogados deben desarrollar casos de negocio que expliquen financieramente el porqué de una decisión, y de qué manera la inversión le ofrece un retorno al negocio (payback).
2. Creación y fortalecimiento de capacidades nuevas y existentes.
Adicional a tener un presupuesto limitado, a los equipos legales se les suma el segundo desafío de tener que desarrollar y robustecer capacidades nuevas y existentes. Los clientes y grupos de interés exigen asesorías jurídicas más completas e interdisciplinarias, sumado al hecho de que los asuntos a tratar son cada vez más diversos y dinámicos que en otras épocas.
No hemos terminado de comprender las implicaciones legales de blockchain, cuando ya nos estamos enfrentando a cuestiones asociadas al metaverso o la inteligencia artificial, y a las implicaciones que una u otra cosa pueden tener en áreas tradicionales como el Derecho Público, Laboral o el Derecho de la Propiedad Intelectual. Al final la velocidad de la transformación nos desborda, haciendo que sea imposible para cualquier profesional volverse experto en todo al mismo tiempo.
Para atender este segundo desafío, lo más importante es enfocarse en entender cuáles capacidades legales son críticas para mi negocio y para mis clientes, para plantear una estrategia que permita desarrollarlas. Igual de valioso es comprender el papel de las tecnologías de la información como habilitador de los servicios legales que facilitan el trabajo y mejoran la interacción y comunicación con los grupos de interés.
3. Gestión de Proveedores y abogados externos.
A las tareas y responsabilidades propias del departamento jurídico, se les suma la gestión de proveedores y abogados externos: Los abogados deben definir la estrategia para seleccionar y contratar asesores externos, determinar los criterios de selección de proveedores, garantizar el cumplimiento de los criterios del área legal, gestionar los costos, proteger la confidencialidad de la información y asegurar la calidad y el rendimiento de los contratistas.
El desafío consiste, en primer lugar, en entender el valor qué agregan los proveedores y asesores externos al equipo legal, esto es, saber qué actividades se pueden delegar a terceros y que tareas deben ser desarrolladas internamente. Y en segundo lugar, en definir un programa que permita contratar servicios que maximicen el beneficio entregado a la organización, y en el que se pueda medir y evaluar el rendimiento de los contratistas.
4. Retención del Talento.
Conseguir y conservar el talento se ha convertido en un aspecto crítico para los equipos jurídicos, y es un desafío que ha tomado fuerza en los últimos años como consecuencia de la pandemia, la Gran Resignación y la normalización del trabajo remoto. Estos eventos han cambiado radicalmente la manera como nos relacionamos, convivimos y trabajamos.
Desde el punto de vista psicológico, las nuevas generaciones buscan trabajos que los lleven a cumplir sus aspiraciones, en donde puedan tener balance y control de su vida personal y profesional. En cuanto a lo económico, los profesionales del Derecho no están dispuestos a trabajar en un ambiente que les exija más allá de lo que indica su salario, o en donde no existan beneficios que les faciliten el cumplimiento de sus deseos individuales.
Para atender este desafío, los equipos legales deben desarrollar una cultura que promueva el equilibrio ocio/trabajo, conecte y visibilice los deseos individuales de cada miembro del equipo, y en el que el conocimiento este administrado de tal manera que la información y know-how de los abogados esté disponible para garantizar la estabilidad del equipo, y pueda hacer frente a los eventuales cambios a nivel organizacional.
5. Alineación con la estrategia del negocio.
Finalmente, alinear el equipo legal con la estrategia empresarial es quizá uno de los desafíos más complejos en la actualidad, toda vez que exige de los abogados un entendimiento no sólo del negocio, sino de la visión y los objetivos que quiere alcanzar la organización en los próximos años.
Algunos asesores legales se desconectan de la identificación y definición de la estrategia empresarial y solo esperan que les asignen las tareas que deben atender para el cumplimiento de unos objetivos. En consecuencia, vemos equipos legales alejados de lo que busca la empresa, sin metas claras, sin indicadores que permitan medir el desempeño y sin objetivos o entregables materializados.
Entender nuestro rol desde un punto de vista organizacional (Área Jurídica), pero también desde el modelo de intención de la empresa (negocio, finanzas, estrategia) es clave en los equipos legales que son verdaderos aliados del negocio.
La alineación del equipo legal con la estrategia empresarial se trabaja desde dos frentes: Por un lado, visibilizando el quehacer y los logros del departamento jurídico al interior de la organización, y por el otro lado, participando proactivamente en los espacios de gobierno corporativo que desarrolla la empresa.